Vivir
Atapuerca
12 y
13 de noviembre de 2016
32 atletas de nuestro Club viajaron al Cross Internacional de Atapuerca,
acompañados de una treintena de acompañantes, en un autobús y varios
coches.
En esta página queremos compartir la experiencia, la ilusión, los
nervios y la entrega de los atletas, y también las cosas que rodean a su
participación en un gran Cross.
Nada hubiera sido posible sin la cooperación de un buen número de padres
y madres del Club, que han trabajado duro para que todo saliera
perfectamente. A la cabeza de este grupo ha estado Javier Laguía, que
gestionó un completo programa llevado a cabo minuto a minuto.
La inmensa mayoría de las fotos son de Marta Gill de Albornoz, que
recorrió sus buenos kilómetros por el circuito para captar todo lo que
rodeaba a los nuestros. También hay algunas de Carlos Casas, de José
Fuertes, de la Organización y de algún acompañante.
Granja Escuela de Arlanzón, lugar elegido como alojamiento. Un sitio
ideal.
Los atletas fueron bien recibidos por algunos de los habitantes de la
Granja Escuela.
Alimentando al platero...
Comedor de la Granja Escuela.
Visita a los yacimientos de Atapuerca. Juveniles y júniors dispuestas a
conocer de dónde sacaron a Miguelón.
Listas para formar parte del equipo de paleontólogos. Ganas no les
faltan...
Ser o no ser, o más bien aprendiendo sobre evolución humana.
Cena de la víspera de una gran competición. Claudia se dirige a los
atletas para arengarles y motivarles. Después de sus aguerridas y
emocionadas palabras, todos estuvieron dispuestos para comerse la tierra
del circuito de Atapuerca al día siguiente.
Reunión técnica y organizativa de la víspera.
Día del Cross. La intendencia es una máquina. En un abrir y cerrar de
ojos, todo estaba montado, y eso que tocó trasladar a mano todo el
equipaje desde el autobús, al que se obligó a aparcar en un lugar
distante del circuito. Esto debería mejorar en lapróxima edición de este
Cross, catalogado como el mejor de Europa (no somos los únicos que
tuvieron que acarrear con bultos pesados desde muy lejos). Los bultos
pesados suelen ir en los autobuses, no en los coches.
Carpas montadas (hay tres, aunque solo se vean dos en la foto, ya que la
estructura es una L. Teruel y su Caja Rural, presentes en Atapuerca.
Reconocimiento del circuito. Sonrisas, y eso que es llano. Con lo que
nos gustan las cuestas de Los Fueros...
Antes de cada carrera, obligado paso por la cámara de llamadas. Todo
está listo para participar.
Después de pasar por la cámara de llamadas, reunión del grupo. Comienzan
los nervios...
Las atletas llevan las correspondientes pinturas "de guerra" (verdes y
negras, por supuesto).
Y a continuar calentando delante de la salida, como debe ser. Hay que
hacer los progresivos.
Las cadetes realizando uno de los progresivos, siempre delante de la
meta...
... como el resto de atletas. Se trata de enseñar el nombre de Teruel a
todos, como hace Belén.
La tensión antes de la salida. En general caras serias y concentradas...
... aunque no siempre. No sabemos qué les ha dicho el juez, que hace
reir a todas (y eso que va armado).
Escrupulosidad en la salida. Como curiosidad, hubo una salida nula en
los chicos alevines, y la organización fue capaz de detener a una tropa
de casi trescientos chicos.
No hay espacio para tantos atletas. Se impone la experiencia y algo
más...
¡santo cielo! Salida de las infantiles.
Una vez en carrera, desaparecen los nervios. Es hora de esforzarse al
máximo. Alba Férriz en el grupo de cabeza de las cadetes.
Carrera juvenil. Pablo Martín en una de las curvas del circuito.
Asomado a la ventana, el cámara ve a los alevines. En medio de este
grupo, que iba en la zona delantera de la carrera, Marcos Novella. Por
el fondo aparece Diego Gómez.
Esto es cross, y si hay obstáculos, se saltan. Bea Arjona...
... Y también hay momentos malos, que hay que superar sin ayuda de
nadie. Los atletas son duros y sacrificados. Deberían tomar ejemplo
otros deportistas, a veces muy bien pagados...
Multitud de participantes de toda España en las carreras escolares.
Claudia, con un "Teruel" muy grande a la espalda.
Algo debe ir bien, o al menos es gracioso. Animadores junto al el
circuito. Lo más bonito es ver a los atletas del club unidos y
animándose unos a otros, independientemente de la categoría que corra en
ese momento.
No hay nada más gratificante que unirte con los compañeros en meta. Ya
se ha participado este año. Ahora apetece volver a correr un gran cross.
Un detalle deportivo. Después de competir durante toda la carrera, dos
atletas deciden entrar juntos en meta. Pablo Ortiz.
Otro detalle, que muestra la personalidad de Toni Abadía y el control
que lleva de la carrera. En esta instantánea, se gira para ver cómo va
su amigo y compañero de entrenamientos, el jovencísimo Carlos Mayo.
Ambos estuvieron magníficos, siendo primer y tercer español (y
europeos).
Intendencia para comer en el mismo circuito, antes del viaje de regreso
a Teruel. No falta de nada, desde un reconfortante caldo a huevos fritos
y carne.
Toni Abadía es un extraterrestre dentro del circuito, pero el más humano
fuera de él. Dedicó todo el tiempo que le pidieron sus admiradores,
entre los que se cuentan todos los atletas de nuestro Club. Es genial.
Un brazo para no lavar en una temporada. Autógrafo de Toni Abadía.
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